por el Dr. Osvaldo A. Pérez

Nació en Sauveterre-de-Beran, Francia, el 3 de febrero de 1887. Arribó a nuestro país en agosto de 1889. Su padre Juan Serres era carpintero y ya haba pasado unos años de su vida (1860-1866) trabajando en Montevideo. Su madre, Catalina Pargade, era ama de casa. Al llegar se establecieron en la ciudad de La Plata. Posteriormente José adoptó la ciudadanía en argentina.

Completó sus estudios en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de La Plata 1906 y se doctoró el 3 de febrero de 1908 con la tesis «Higiene de la leche». El 3 de diciembre de 1910 obtuvo su título de profesor de enseñanza secundaria del Instituto Nacional del Profesorado. Hizo la primer descripción en el país del distemper canino (1912). El 16 de agosto de 1930 se recibió de abogado también en la Universidad Nacional de La Plata. Profesor universitario, por la carrera que hizo en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires, el 21 de febrero de 1940.

Fue Segundo Jefe de la Oficina de Salubridad e Higiene de la Municipalidad de San Isidro entre 1908 y 1909. Director del Hospital de la Sociedad Protectora de Animales «Sarmiento» en 1916.

En la División Ganadería del Ministerio de Agricultura de la Nación fue Subinspector de Zona en 1907, Inspector de Zona en 1908, Jefe de la Inspección de Productos de Lechería en 1911, Jefe del Servicio de Policía Sanitaria en 1912, Jefe del «Consultorio de Enfermedades Contagiosas y Policía Sanitaria» en 1914, Jefe de la Inspección Sanitaria Regional en 1923, Jefe de la Inspección Regional y Fomento en 1924, Jefe de la Policía Sanitaria de la Nación entre 1925 y 1932, Subdirector General de Ganadería en dos interinatos.

De 1935 a 1939 Director del Laboratorio de Economía y Legislación Rural del Museo Social Argentino. Miembro de la Comisión Permanente para el Estudio de la Profilaxis de la Hidatidosis, con asiento en París, designado por el Instituto Internacional de Epizootias.

En la Facultad de Agronomía y Veterinaria de La Plata fue Profesor Suplente de Obstetricia y Teratología en 1908. Al año siguiente Profesor Interino de Veterinaria Práctica en la Escuela de Agricultura y Ganadería de Santa Catalina. En 1910 Profesor Interino de Farmacia Práctica de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de La Plata. Profesor de Botánica y Química Farmacéutica en 1913 en la misma casa de estudios. Consejero Académico de ésta en los períodos 1914-16 y 1919-20. Profesor de Primeros Auxilios de la Universidad Popular de la Boca, Buenos Aires.

En la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires fue adscripto a Legislación Rural desde 1931, en 1934 Encargado de curso, al año siguiente Profesor Adjunto y desde 1940 Profesor Titular de dicha cátedra. En 1955 Profesor Interino de Administración Rural. Director del Instituto de Economía y Legislación Rural desde 1945. Interventor de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires entre el 20 de agosto de 1947 y el 24 de diciembre de 1947. Creó el Centro de Graduados de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires el 24 de junio de 1946, que tenía su sede en la misma Facultad, del que fue su primer presidente. Académico de número de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria desde el 9 de junio de 1942, siendo su presidente entre diciembre de 1973 y abril de 1974.

De entre sus numerosas publicaciones he de destacar los dos tomos de «Las enfermedades contagiosas más comunes del ganado» obra que fuera galardonada con Diploma y Medalla de Oro en la Exposición Internacional de San Francisco, California, en 1908; «El tambo, la industria de la leche y sus derivados», en colaboración con el ingeniero agrónomo Silva Barros, «Mi mayordomo, enciclopedia agrícolo-ganadera», «Policía sanitaria de los animales en la República Argentina», «El cerdo, condiciones económicas de su explotación». Fundó en 1916 la revista «El Campo», dedicada a la agricultura, la ganadería y las industrias derivadas, siendo durante su existencia el Director General de la misma.

Falleció el 22 de octubre de 1977.

Pese a que era francés de nacimiento, Serres sintió desde muy joven un gran amor por la Argentina y llegó a fraguar su documento para poder obtener su carta de ciudadanía a los 17 años, el 6 de abril de 1904. Ese cariño a la Patria se traducía años después, cuando ya tenía una familia formada, en la entonación del himno de pie en cada fecha patria, ritual que no sólo cumplía con arrobamiento sino que transmitía a todos los componentes de la mesa familiar. De honradez a carta cabal, fue un trabajador y un estudioso incansable.

El currículo que he tratado de resumir más arriba es sencillamente inmenso, no sólo por las innumerables distinciones de que fue objeto, sino por la diversidad de sus trabajos. Dan testimonio de ello las numerosas materias a las que se consagró tanto en el estudio como en la docencia. Sobre casi todas ellas escribió pudiendo comparárselo al polígrafo ateniense Jenofonte, «la abeja ática».

Generoso en sus emprendimientos, durante su gestión frente a la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria instó a sus camaradas a que no abandonaran la pluma y que volcaran todos sus conocimientos al papel. Como si todo esto fuera poco, en 1940 se le ocurrió escribir una Historia de la Medicina Veterinaria en la Argentina. No pudo concretar este proyecto dado que casi nadie colaboró con él en el mismo.
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1 Reproducido (con autorización del autor) de su obra «Hombres, hechos y nombres de la veterinaria argentina. Buenos Aires, [1999]. p. 232 y ss.