Ezequiel Ramos Mexía nació en Buenos Aires el 15 de diciembre de 1852. Como aquel abuelo, el primero de su apellido, que al sentar sus lares en Buenos Aires adquirió del gobierno y con su oro cien leguas de campo en la provincia y abrió de nuevo su bolso para indemnizar a los indios que las ocupaban2, Ezequiel Ramos Mexía pasó su larga vida sin despojar a nadie de los suyo y pagando con su persona las consecuencias de todos sus actos. Cuando reinvindicaba el derecho de autor de una de sus muchas y a menudo trascendentales iniciativas era en el incontenible afán de asumir toda la responsabilidad.
Se decía de él que era combativo. Es cierto, pero jamás combatió a nadie ni contra nadie; siempre fue por algo y a veces contra algo, contra los molinos de viento movidos por la incuria cuando no por la maldad de los hombres. En este último caso, estuvo siempre listo para el perdón cuando el maleficio visaba a su persona. Jamás solicitó y atendió siempre a la solicitud de los otros. Así fue Diputado, así Ministro, así Embajador: creía por eso que sus ideas y sus actos debían ser respetados; podían ser discutidos pero él no podía recibir órdenes. Así fue durante toda su vida, a los cuarenta años para renunciar a un cargo honroso, o a los ochenta para mantener una posición ingrata.
La vida de Ezequiel Ramos Mexía fue de unidad perfecta. Si su acción pública ofrece a sus conciudadanos un ejemplo, su vida privada constituye otro de más íntimos contornos, más no por ello menos edificante: el hogar de don Ezequiel Ramos Mexía, que compartió durante más de medio siglo con su dignísima esposa, era una casa de mesa tendida y de amplia puerta abierta a todos, que sólo se cerraba a la maledicencia y a los otros mezquinos sentimientos. Allí reinaba el amor, la grandeza de alma, el buen humor, la generosidad y la inteligencia compartida en singular y bellísima armonía por doña Lucrecia Guerrico, que en el doloroso desgarramiento que está sufriendo no ha tenido un gesto de protesta, sino antes bien una sonrisa de agradecimiento a los años felices vividos.
Ezequiel Ramos Mexía fue Diputado de la Provincia de Buenos Aires desde 1880 hasta 1883. Presidente de la Comisión de Propietarios y autor de la ley para la construcción de 1.200 kilómetros de Canales de Desagües del Sud, por medio de un sistema de local assessment inventado por él. Vocal de la Sociedad Rural Argentina en el período 1886-1888, Vicepresidente 2° en los años 1888-1889 y Presidente en dos períodos: 1900-1902 y 1902-1904, prestó a la institución inestimables servicios. Fue «Honoray Member of the Royal Agricultural Society of England», único en Sudamérica.
Fue Diputado al Congreso Nacional, y autor de la Ley de Policía Sanitaria de los Ganados. Fue Ministro de Agricultura del Presidente Roca, del Presidente Figueroa Alcorta (1906 a 1908) y como tal fue autor de la ley de fomento de los territorios nacionales. Fue Ministro de Obras Públicas del mismo Presidente (1908-1910), creándose bajo su ministerio los Ferrocarriles del Estado. También Ministro de Obras Públicas del Presidente Sáenz Peña (1910 a 1913), dictándose, entre otras muy importantes, la ley de irrigación.
Ezequiel Ramos Mexía fue Delegado Argentino fundador del «Instituto Internacional de Agricultura» establecido en Roma3, y Agente Confidencial del Gobierno Argentino para tratar negociaciones financieras ante los banqueros de Londres y París en 1913. Fue asimismo Jefe de la Misión Argentina a Italia (Embajador) en 1933.
Fue autor de varios libros y publicaciones sobre Derecho Constitucional, Economía Política, Régimen Bancario, Régimen Ferroviario, Cuestiones Financieras y Administrativas y Coordinación de los Transportes.
Fue condecorado por los gobiernos de Francia, de Italia, de Gran Bretaña, de Chile, etc. Falleció en Buenos Aires el 7 de noviembre de 19354.
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1 Nota necrológica (adaptada) publicada en Anales de la Soc. Rural Arg. 69(12):853-856. 1935. Sin mención del autor.
2 Se refiere a Francisco Hermógenes Ramos Mexía (1773-1825), dueño de Miraflores, en la laguna Kaquel, actual partido de Maipú, que adquirió la tierra a los indígenas que la poblaban. Tuvo buena relación con ellos, facilitándoles la incorporación a la vida cristiana. Por algunas particularidades de sus prácticas religiosas fue acusado de hereje [Nota del Editor].
3 Organismo internacional antecesor de la FAO [Nota del Editor].
4 Ezequiel Ramos Mexía fue designado miembro de número de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria en 1926 [Nota del Editor].