por el Dr. Emilio G. Morini[1]

 Es particularmente grato para mí, y por qué no decirlo, emotivo, por circunstancias diversas, hacerme cargo de la presentación del Dr. Lombardero: en primer lugar porque se trata de un distinguido integrante de nuestra profesión veterinaria, en segundo lugar porque dentro de ésta Lombardero ha seguido y se ha destacado en nuestra especialidad, la parasitología y, finalmente y quizás el motivo mayor, porque considero a Lombardero un amigo, mi amigo. Esto último que pudiera sonar a sensiblería, representa sin embargo algo digno de mención. Pienso que en tiempos de crudo materialismo, de preocupaciones mundanas, donde el fárrago de la vida diaria, las necesidades acuciantes de la subsistencia, la búsqueda casi excluyente del bienestar físico, la violencia, etc., han ido desgastando el espíritu del hombre, cuando el humanismo va cediendo en aras de una implacable tecnología, hacer culto de la amistad, tener un amigo en fin, va pareciendo cosa del pasado. Ver el triunfo de este amigo es lo que me alegra y me emociona[2].

Nace Lombardero en Saladillo, provincia de Buenos Aires[3], cursando sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de Buenos Aires. Ya bachiller, ingresa en la Facultad de Agronomía y Veterinaria de Buenos Aires, donde, en 1947, obtiene su título profesional después de transitar la carrera como alumno brillante, con calificaciones de excepción.

Que lo atraía ya la docencia, lo marca el hecho que, mientras cursa la carrera y durante 3 años es Ayudante alumno de Botánica y Agrostologia, para pasar, al año de su egreso a la jefatura de Trabajos prácticos de dicha materia. Alguien con visión de futuro iba a requerir su concurso, cuando en 1949, se lo reclama desde Corrientes como Jefe interino, ya en Parasitología y Enfermedades Parasitarias y en Productos Zoógenos, la primera de las cuales iba a determinar su rumbo definitivo. En 1953 concursa para el cargo de Profesor Adjunto y en 1959, también por concurso es Profesor Titular, que luego lo sería con dedicación exclusiva. En la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de Corrientes, dictó además la materia Zoología, casa de estudios en la cual y desde 1960 al 64, ocuparía el Decanato. Ha sido Consejero en varias ocasiones y Vicedecano en Agronomía y Veterinaria en 1969 y 70, representando a la Institución en diversas oportunidades.

Son numerosas las comisiones especiales que lo tuvieron como integrante. Concurre en afán de perfeccionamiento a cursos de postgrado, tanto aquí en el país con en el extranjero y son varios los planes de investigación de importantes temas parasitológicos los que lo tienen como Director o como integrante. Ha dirigido 125 trabajos finales de graduación para profesionales que egresaron del Nordeste. Medio centenar de trabajos publicados acreditan su capacidad de investigador sobre temas de Parasitología en la ganadería del Nordeste y muchos de ellos sobre los animales silvestres: la garrapata común del vacuno, la tristeza bovina, la gastroenteritis y la distomatosis, etc., son algunos de los tópicos que merecen con frecuencia su atención y preocupación que continúan activas y constantes, pues Lombardero nos ha entregado varios de sus trabajos en este año de 1981. Su interés por la semántica y la etimología le hacen producir dos utilísimo glosarios de términos científicos y hace unos pocos días, la Revista Analecta de la Facultad de Ciencias Veterinarias de La Plata, ha publicado su Bibliografía de los parásitos de la Fauna Silvestre Argentina. Varias decenas de trabajos de divulgación y una apreciable cantidad de comentarios bibliográficos demuestran su dedicación permanente a la extensión y un afán docente y de ilustración.

Su concurrencia a Jornadas y Congresos nacionales y extranjeros es harto frecuente No solo lo hace por propia voluntad, por un deseo de estar informado en forma constante, sino que, conocida su versación y la claridad de sus juicios, es requerido asiduamente como panelista o integrante de mesas redondas de la especialidad.

Ha ocupado cargos de relevancia pública y privada, entre otros Secretario de Asuntos Agrarios de la Provincia de Corrientes de 1954 a 1955.

Pertenece a una nómina de Sociedades científicas e instituciones varias, en las cuales no se ha limitado a ser solo un miembro más, sino que ha tenido en ellas una participación constante.

Afincado desde hace mucho tiempo en la provincia de Corrientes (quizás debía decir República), Lombardero, ya medio yacaré, ha constituido allí su hogar, repartiendo sus horas entre su familia, su mujer y sus tres hijos, la cátedra y lo que yo llamo, sus paseos de trabajo pues como amante de la naturaleza gusta del caminar, del paseo contemplativo, que hace siempre acompañado con su libreta de apuntes para tomar, como eximio dibujante que es, las imágenes que en esos paseos le llaman la atención. Es así que, lo mismo que ilustra sus clases gráficamente, también ha ilustrado personalmente sus libros y sus trabajos de investigación. Ya de alumno, gustaba viajar con su libreta captando cosas y muchas veces la figura de algún compañero. Esos paseos cuando hechos por el campo, sirvieron para el estudio faunístico y ecológico ya que se deleita contemplando la vida animal, quizás alentado por las lecturas de Horacio Quiroga, Marcos Sastre o de Guillermo Enrique Hudson, aquel «gringo haragán» como algunos le llamaban, que no era gringo ni haragán y que nos ha dejado como fruto de sus correrías por las «Mansiones verdes», la selva, la más hermosa colección que se haya escrito sobre la naturaleza, pájaros especialmente. Su recuerdo en Worthing, dice hoy: «Amó los pájaros, los lugares verdes, el viento en los matorrales, y vio el brillo de la aurora de Dios». Y si su inspirador no fue Hudson, quizás pudo haber sido Lugones cuando después de leer siendo muy joven «Las metamorfosis de los insectos» dice: Aquello fue la primera luz de mi espíritu, la surgencia de la honda fuente que venía a revelarme el amor de la naturaleza por medio de la contemplación científica. Y yo sé que esto ha constituido la determinación profunda de mi vida intelectual».

Señor Presidente, Señores: Podría extenderme largamente, la personalidad de Lombardero lo permite; sin embargo y, en homenaje a Gracián debo concluir dejando ante ustedes la seguridad que los méritos expuestos, más los que quedan en el tintero, son más que suficientes para aseverar que, la Academia ha estado feliz en la elección de su nuevo Miembro Correspondiente[4].

[1] Palabras del Dr. Emilio Morini con motivo dela recepción del Dr. Lombardero como Académico Correspondiente de la Academia, publicado en Anales de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria 35(10):7-9. 1981. (Adaptado).

[2] El Dr. Oscar Lombardero fue designado Académico Correspondiente de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria el 8 de octubre de 1980 (N. del E.).

[3] El 13 de julio de 1921 (N. del E.).

[4] El Dr. Oscar Lombardero falleció en Corrientes el 13 de junio de 2001 (N. del E.).