por el Dr. Jorge Borsella1

El doctor Fernández Ithurrat nació en Buenos Aires y era hijo del Teniente Coronel Teófilo Fernández y de Juana Ithurrat. Su padre descendía de una familia de patricios que habían colaborado en la epopeya de la Independencia. Ingresó a nuestro ejército en el año 1876; tomó parte en las expediciones preparatorias a la conquista del Desierto, prestando servicio en la línea de fortines y luego en la Campaña del Desierto. Por diferencias personales con sus superiores, se radicó en Montevideo donde falleció en octubre de 1904, cuando Edilberto tenía sólo 12 años. Su madre, de origen vasco, influyó notablemente en su carácter; nada le fue fácil a quien luego fuera mi profesor y amigo. Sólo 20 años después del fallecimiento de su esposo recibió su madre la pensión correspondiente. Me imagino la odisea que debieron ser sus viajes a La Plata desde su casa materna, situada en las proximidades de Santa Catalina, zona que en esa época era pleno campo, sin calles afirmadas. La única forma para llegar a La Plata era ir a la estación Santa Catalina del ramal Haedo-Mármol o a la de Lomas, ambas bastante alejadas de la casa materna lo cual lo obligaba a llevar dos pares de zapatos para presentarse correctamente en la Facultad.

Otro aspecto poco conocido era su hobby con la pintura. Siendo un adolescente fue discípulo de José Bouchet, pintor español naturalizado argentino, autor de los cuadros que se encuentran en el Museo Histórico Nacional «El cruce de Los Andes» y «La Primera Misa en Buenos Aires»; en este último colaboró Edilberto Fernández Ithurrat. Con el tiempo y por sus méritos Bouchet terminó becándolo. El tesón de este joven pintor, lo llevó a dar clases a los hijos de una distinguida familia residente en Martínez para así poder pagarle a Bouchet sus clases. Esta afición por el arte lo lleva a relacionarse con artistas de su época, entre otros Quinquela Martín, Juan de Dios Filiberto, Razzano, Riganelli, etc.

En el aspecto científico, esta fuerte personalidad evidenciada desde su adolescencia es la que, en tiempos en que los veterinarios eran considerados miembros de una profesión secundaria al igual que otros colegas como Andrés Arena, Carlos Zanolli, Guido Pacella y Roberto Dios, lo impulsa a incursionar en investigaciones relacionadas con la Medicina Humana, siendo emulados posteriormente por Manzullo, Blomberg, Ponce de León, etc.

Todos estos antecedentes forman una personalidad, que por sus ancestros familiares, militares por un lado y vascos por el otro, nunca se dejó avasallar y hay anécdotas que así lo revelan. Pero al fin llega lo ansiado; en base a su dedicación consigue el reconocimiento de distinguidos profesores de la Facultad de Medicina de Buenos Aires a saber:

Cátedra de Clínica Médica del Profesor Escudero.

Cátedra de Semiología y Clínica Propedéutica de los Profesores Ernesto V. Merlo y Pedro Cosio.

Cátedra de Semiología del Profesor Héctor Gotta.

Todas esas personalidades de la Ciencia Médica argentina desde Sordelli a Gotta han dejado por escrito su reconocimiento al Dr. Fernández Ithurrat y a la labor por el desplegada, debiendo recordarse que fue él quien aisló por primera vez en nuestro país Brucella abortus por hemocultivo2.
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1 Semblanza del Dr. Edilberto Fernández Ithurrat efectuada con motivo de la incorporación del Dr. Jorge Borsella como miembro de número de la Academia el 16 de mayo de 1991. En: Anales de la Acad. Nac. de Agr. y Vet. 45(1):11-12. 1991.
2 El Dr. Edilberto Fernández Ithurrat nació el 17 de junio de 1892 y falleció 14 de julio de 1974 [Nota del Editor].