por el Dr. Juan Carlos Godoy1

El Médico Veterinario José Andrés Carrazzoni nació en la ciudad de Santa Fe el 19 de marzo de 1927 y muy luego de una brillante y memorable actuación profesional, lamentable y prematuramente nos dejara para siempre, apenas iniciado el milenio 2000, el 14 de enero de dicho año.

Aunque no tuve el honor de conocerlo personalmente me es grato expresar que todas las referencias sobre su hoja de vida coinciden en señalarlo como un ser de excepcionales cualidades humanas, dueño de una impronta de hidalguía ciudadana e inteligencia natural, adornado además con una cultura general esmerada, la que supo transmitir, en el correr de su vida en varios libros y numerosos artículos de su autoría.

Carrazzoni egresó de la vieja y acreditada Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires, en el año 1953 con el título de Médico Veterinario, que siempre acarició, especializándose mediante varios cursos de postgrado en Zootecnia de ganado mayor y menor, pero con preferencia en el área de la ganadería subtropical. Fue precisamente en el noreste argentino donde descolló como técnico de consulta obligada en los agrestes y difíciles ambientes chaqueños. En las provincias de Formosa, Chaco, norte de Santa Fe y Corrientes desplegó sus afanes de mejoramiento ganadero mediante el cruzamiento de los rodeos bovinos con razas resistentes de Cebú que resultaron más idóneas para la producción económica de carnes. Más tarde Carrazzoni desplegó sus conocimientos al divulgar los beneficios que aportarían la introducción de determinadas variedades de búfalos, de espectacular adaptación a los rigores tropicales y como una nueva alternativa para la producción de leche, carne y trabajo.

Carrazzoni se inició profesionalmente en el Instituto Malbrán y en el Frigorífico de Liniers de la Municipalidad de Buenos Aires, pero pronto ingresó en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en calidad de investigador en nutrición del Instituto de Biología Animal, en donde habría de ascender por su capacidad, ocupando la dirección del mismo. Además fue designado Coordinador Nacional del Programa «Bovinos de Carne».

En 1959 fue becario del gobierno de Francia para perfeccionarse en zootecnia en el Instituto Nacional de Investigaciones Agronómicas en París y en la afamada Facultad de Veterinaria de Alfort. Completó estos estudios en visitas a Alemania, Gran Bretaña y España, países a los que volvería durante nuevos cursos en el año1971. Con posterioridad asistió a seminarios organizados por el INTA, la OEA y otros organismos de Uruguay, Brasil y Paraguay; además de diversos congresos nacionales e internacionales que lo tuvieron como activo participante y en más de una ocasión como relator.

En 1976 fue nombrado asesor de la Provincia de Formosa participando en la creación del Laboratorio de Suelos y Sanidad Vegetal y de la Estación de Animales Silvestres de Pilagá. Asimismo, intervino en la Comisión Redactora de proyectos de leyes relativas a la profesión veterinaria y otras iniciativas agropecuarias, todo lo cual le valió para ser designado Ministro de Asuntos Agrarios y Recursos Naturales de la misma Provincia, entre 1979 y 1981. Dentro de otras actividades fue Secretario Ejecutivo de la Comisión Administradora del Fondo de Promoción Agropecuaria (CAFPTA), durante los años 1983 y 1988.

En cuanto a su actuación privada, se desempeñó como director técnico de grandes estancias agrícolo-ganaderas en el noreste de la Argentina, con más de 100.000 cabezas bovinas bajo su tutela en doce campos distribuidos en varias Provincias. Esta dedicación le reportó ser nombrado Miembro Honorario de la Asociación Argentina Criadores de Cebú y Consultor del Estudio Agropecuario Dr. Helman y Asociados, de merecido renombre en Argentina y Sudamérica.

Cabe también consignar importantes premios otorgados al Dr. Carrazzoni durante su proficua trayectoria, entre los cuales citaré los siguientes: En 1956, apenas recibido de Médico Veterinario, obtuvo el Primer Premio en el Concurso sobre «Implantes Hormonales en Bovinos», organizado por la Junta Nacional de Carnes. En 1975, se presentó en el Gran Concurso Internacional de la Academia Lutecia de París, con su libro sobre «Ganadería Subtropical Argentina», mereciendo, por su originalidad, el Primer Premio en Ciencias. Desde 1981 hasta 1986 dirigió la Revista Veterinaria Argentina, recibiendo, a instancias de la Academia de Medicina, el Diploma de Honor, otorgado por CEDIQUIFA en 1992. También en el mismo año fue acreedor al Premio «Osvaldo A. Eckell», otorgado por la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria. Finalmente, en atención a su importante contribución a las ciencias veterinarias y a su consagración profesional, fue nombrado Académico de Número de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria, el 14 de octubre de 1993.

La docencia universitaria fue también otra interesante faceta de su intelectualidad, ya que ejerció como Profesor Honorario de Zootecnia en la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad del Noreste y en la Facultad de Agronomía de la Universidad de Morón. Dichas inquietudes, unidas a su talento de conductor, fueron aquilatadas para su designación durante los años 1982 y 1983 como Secretario Académico de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la UBA, durante el decanato del Académico, Dr. Norberto Ras.

En su haber se cuentan más de cuarenta trabajos científicos, un centenar de artículos técnicos de divulgación y numerosas conferencias sobre su especialidad. Asimismo, actuó en calidad de jurado de bovinos en varias sociedades rurales del interior.

Como broche de una semblanza de vida dedicada con entereza y ética profesional, es interesante recordar que paralelamente al desempeño de sus actividades, encontró tiempo para regalarnos varias obras literarias atrayentes, cuya prosa amena, descriptiva y cautivante recrea personajes y hechos históricos del campo argentino. En esta vena, fue también Vicepresidente de la Asociación Argentina de Historia Veterinaria y miembro Vitalicio de la Sociedad de Medicina Veterinaria.

El Dr. Carrazzoni estaba casado con la Sra. María Esther Verde, quien fue la compañera de toda la vida.

Para finalizar, mi antecesor en el sitial académico fue una personalidad relevante de las ciencias veterinarias argentinas, que hizo honor a su profesión dejándonos una imagen in olvidable de su carácter intelectual y su calidez humana, siempre afable y fraterna.
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1Semblanza (adaptada) del Dr. Carrazzoni pronunciada el 11 de
octubre de 2001 por el Dr. Juan Carlos Godoy con motivo de su incorpoaración como académico de número de la Academia. Anales de la Acad. Nac. de Agr. y Vet. 55:168-