por Abel A. Sarasola y María A. Rocca de Sarasola1

Tan solo el nombre de la persona que recibe este homenaje bastaría, a quienes hemos frecuentado su trato a través de muchos años, para eximirnos de hablar de su personalidad de hombre de bien y de sus reconocidas condiciones de investigador científico y de docente universitario que prodiga su valioso consejo entre todos los jóvenes y especialistas que alguna vez tuvimos el acierto de acudir a su valiosa y desinteresada ayuda.

La decisión de los organizadores de este reconocimiento nos ha conferido la oportunidad para hacer la presentación del destinatario de esta prueba de afecto y recordación, hecho que inunda nuestros espíritus de indecible satisfacción al par que nos permite saldar en parte una deuda de gratitud hacia este destacado maestro que guió nuestros primeros pasos y luego nos asistió constantemente en la difícil empresa que significa iniciarse en el complejo campo de la fitopatología

El Profesor Ing. Agr. Juan Carlos Lindquist une a sus dotes de hombre de ciencia un proceder de extrema corrección que junto a su carácter bondadoso y espíritu siempre jovial, configuran su fisonomía innata que le ha permitido granjearse la simpatía y leal amistad de cuantos tienen oportunidad de conocerlo.

Vio la luz en la ciudad de Chivilcoy. El día 9 de febrero de 1974 hizo justamente 75 años de aquel feliz acontecimiento; hijo de padre sueco, Don Arvid Lindquist, y madre argentina, Doña Juana Dominique; cursó sus estudios primarios y secundarios en la citada localidad, demostrando ya, tan tempranamente, sus ponderables aptitudes al ser designado celador, por concurso, en el Colegio Nacional de Chivilcoy; para luego trasladarse a La Plata en la que comenzó su formación universitaria en la benemérita y decana Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de esa ciudad, la que le otorgó su título profesional el 28 de agosto de 1928 y a la que luego consagraría lo mejor de su ser a través de su trayectoria en las tareas docentes y directivas de la Casa. Siendo aún estudiante en 1922-1923 fue designado, también por concurso, como Ayudante alumno de la cátedra de Fitopatología y Botánico y desde este último año hasta 1944 desempeñó igualmente la jefatura de trabajos prácticos de dicha asignatura. Entre 1930 y 1947 actuó también en el cargo de Profesor Suplente de Fitopatología que luego continuó en carácter de Profesor Adjunto hasta 1949, año en el que a raíz del alejamiento de la Facultad del recordado Profesor Ing. Agr. Juan Bautista Marchionatto se lo consagró como Profesor Titular de la misma cátedra, posición que a partir de noviembre de 1959 revistió el carácter de dedicación exclusiva hasta 1968, año en que por sus reconocidos méritos acumulados a través de su actuación y de su ponderable carrera universitaria, la Universidad Nacional de La Plata lo distingue con la designación de Profesor Emérito de la Facultad de Agronomía y de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo. Este preciado laudo habla por sí sólo de la pluralidad y jerarquía de los merecimientos aquilatados por nuestro homenajeado.

Entre los cargos directivos que le tocó desempeñar se cuentan el vicedecanato entre 1936 y 1940 y luego el decanato desde 1940 a 1944 de la Facultad de Agronomía platense en representación de la que, en este último período, fue Delegado Titular ante el Consejo Superior de la Universidad citada. Además en esa Casa de estudios fue Miembro del Consejo Directivo entre 1948 y 1951 y Miembro del Consejo Provisional Asesor del Interventor en 1955.

El Centro de Estudios Agronómicos de esa Facultad lo contó entre sus entusiastas propulsores y directivos pues en dos períodos ocupó su presidencia, aprovechando esa circunstancia para acercar a su tribuna a numerosos científicos de nota.

Ha sido Jefe Asesor de Investigaciones en el Instituto de Botánica «Carlos Spegazzini» del Museo de La Plata desde 1935 a 1958 siendo Encargado de Sección antes de 1949 y desde 1958 Jefe de la División «Instituto Spegazzini» de dicho Museo.

Desde 1957 a 1959 fue Vicepresidente de la Sociedad Argentina de Agronomía y, simultáneamente con las posiciones, que acabamos de enumerar, supo también de diversos cargos honoríficos entre los que se pueden mencionar: Miembro del Comité Internacional de Botánica, Estocolmo, Suecia, en 1950, reelecto en París, Francia, en 1954 y delegado ante distintos congresos o miembro de jurados en varios concursos para elegir profesores titulares y adjuntos en las universidades de Buenos Aires, La Plata, Corrientes y Cuyo.

Entre las distinciones recibidas, aparte de las que acabamos de enumerar, merece destacarse en especial el Premio «Doctor Abraham Mibashan 1969 de Ciencias Biológicas» que le fue otorgado el 25 de junio de 1970 por la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAlA) y la Asociación de Mutualidades Israelitas Argentinas (AMIA) a raíz de la selección efectuada por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas entre los científicos más destacados en diferentes especialidades, propuestos por las universidades y otros centros de investigación del país. En tal oportunidad recibió dicha distinción de manos del Premio Nobel de Medicina Dr. Bernardo A. Houssay en compañía del presidente de la DAlA Ing. Gregorio Faigon.

Además fue Presidente del Consejo Organizador del Curso Internacional de Fitopatología para Graduados realizado en 1964-1965 y relator en diversas reuniones científicas

En 1968 fue invitado especial del Instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas de la OEA para participar en el seminario para profesores de Fitopatología y Entomología realizado en Lima (Perú).

En colaboración con el Profesor Ing. Agr. Juan Bautista Marchionatto dirigió numerosas tesis de egresados de la Facultad de Agronomía entre los que se encuentra uno de nosotros, implantando además una verdadera escuela de fitopatólogos.

Fue coordinador de la mesa de Fitopatología en la V Reunión Latino-Americana de Fitotecnia realizada en Buenos Aires en 1951 y ha pronunciado numerosas conferencias sobre su especialidad siendo autor de más de 100 trabajos científicos o de divulgación destacándose entre ellos su monografía intitulada «Royas de la República Argentina y zonas vecinas» que aún se encuentra inédita por haber surgido inconvenientes para su publicación.

Sus principales trabajos se refieren a Uredinales y Peronosporales. especialidad que abarcó con preferencia y profundidad, con
ocimiento que eleva al Profesor Lindquist a un rango de jerarquía mundial por su competencia en dichos temas. Por otra parte llama la atención que su reconocida preparación micológica está complementada con una singular versación en botánica, realmente poco frecuente entre los fitopatólogos.

El Ing. Lindquist además (le todas estas tareas de índole docente. científico o directivo sabe compartir también el quehacer familiar con su noble hermana Amelia, partícipe silenciosa de tantos desvelos, vicisitudes y éxitos que han caracterizado su proficua labor.

Todos los profesionales que se inician en las ciencias y en especial los que lo hacen en Fitopatología tienen en la imagen científica y privada del Ing. Juan Carlos Lindquist un modelo señero para seguir, y elaborar así una personalidad merecedora de la admiración y aprecio de sus semejantes.
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1 Esta semblanza del Ing. Linquist fue publicada en el Boletín de la Sociedad Argentina de Botánica 18(1-2):1-7. 1977 con el título «Personalidad y obra del Profesor Ing. Agr. Juan Carlos Lindquist» y se reproduce con autorización de dicha Sociedad. No se incluye aquí la lista de sus 79 trabajos publicados.
2 El Prof. Ing. Agr. Juan Carlos Lindquist fue designado Académico de Número de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria el 12 de mayo de 1988, pero su fallecimiento, ocurrido el 2 de noviembre de 1990, impidió su incorporación a la Academia.