por el Dr. Norberto Ras1

Diego Joaquín Ibarbia demostró desde muy joven extraordinarias condiciones de pasión ciudadana y de liderazgo entre sus pares, ya que siendo alumno de la Facultad de Agronomía de la Universidad de La Plata, se hizo cargo de funciones destacadas. Aunque militó en el Partido Conservador, se manifestó en contra de la revolución del 6 de septiembre de 1930 y luego, contra la deposición del Presidente Illia, entendiendo que esos exabruptos políticos representaban un alto riesgo para el desenvolvimiento institucional del país. Eso lo llevó a renunciar a su afiliación al partido, en desacuerdo con su conducción.

Desde 1933, se vinculó a la Dirección de Agronomía, Ganadería e Industria de la Provincia de Buenos Aires, donde, tras reiterados ascensos, ocupó la Secretaría del recién fundado Instituto Autárquico de Colonización. Allí siguió vinculado un largo período, signado por renuncias y reincorporaciones en reconocimiento de sus méritos. En efecto, durante su gestión de esos años, recibió las más altas muestras de aprecio de referentes nacionales y extranjeros.

En 1955, cuando ya Ibarbia actuaba como productor agropecuario independiente, y había alcanzado el título de abogado en la Universidad de Buenos Aires, fue llamado a ocupar la delicada función de Presidente de la Cámara de Arrendamientos y Aparcerías Rurales, que asumía el manejo de los muy serios problemas de los regímenes de arrendamientos rurales establecidos en la época precedente. El siguiente año, con destacable diligencia en un tema tan difícil, elevó al Poder Ejecutivo el que resultaría famoso Plan de Transformación Agraria, que resultaría un punto de inflexión fundamental para resolver el problema de la denominada «petrificación de los arrendamientos». Gracias a ese mecanismo se resolvieron pacíficamente infinidad de posibles litigios, se consolidaron 187.000 nuevos propietarios y dejó de tener una connotación negativa el remanido slogan de «la tierra para el que la trabaja».

Los hechos surgidos de la participación de Ibarbia fueron afortunadamente apreciados por muchos de sus coetáneos, que lo hicieron miembro y Presidente de hecho u honorario, de un sinnúmero de entidades y proyectos.

Además de su actuación en organismos nacionales e internacionales, casi siempre en temas de inmigración, colonización u otros vinculados a la producción agropecuaria, fue Profesor Titular de Legislación Rural, en el Departamento de Economía de la Facultad de Agronomía y Veterinaria de la Universidad de Buenos Aires y dirigente de la Sociedad Rural Argentina, en diversos cargos, hasta ser designado socio vitalicio.

Debo mencionar además expresamente que Joaquín, como lo llamaban sus amigos, rechazó su designación como Secretario de Agricultura y como Presidente de Parques Nacionales, por no sentirse consustanciado con los gobiernos del momento, lo que eleva a muy alto nivel sus convicciones cívicas.

Toda esa sucesión de vivencias, cumplidas con la mayor excelencia y elevación moral, lo llevaron a ser designado Miembro de Número de las Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, de la Academia del Plata y de nuestra Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria, en las cuales desempeñó tareas directivas importantes. No está de más recordar que, al haber cumplido más de treinta y cinco años como cofrade de nuestra corporación, intentó renunciar aduciendo el peso de sus más de noventa años. En aquel momento, me tocó como Presidente rechazar su renuncia, por unanimidad de los miembros, indicándole que todavía se esperaba mucho de su persona y de sus méritos.

Por último, deseo destacar dos aspectos que son reveladores de lo más profundo de su personalidad. Por un lado, Diego Joaquín Ibarbia, siempre hizo honor a su estirpe vascuence, actuando en la promoción y en la dirección de entidades y actividades de esa noble colectividad. Por el otro, nuestro recordado amigo fue un excelente productor en varios ramos agropecuarios, solo o asociado, actividades en las que persistió hasta su muerte. Para terminar, cabe mencionar que Ibarbia vivió acompañado por una compañera admirable y por hijos de pro2.
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1 Nota necrológica (adaptada) en prensa en Anales de la Acad. Nac. de Agr. y Vet.
2 El Ing. Agr. y Dr. Diego Joaquín Ibarbia nació el 1° de febrero de 1906 y falleció en Buenos Aires el 4 de septiembre de 2004. Fue designado miembro de número de la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria el 24 de abril de 1960. [N. del E.]